No estamos siendo precisos con lo que mostramos de reciclantes.
Parece que lo importante es la obra acabada. Y no es esto lo que los reciclantes vivimos con más intensidad, no es lo esencial, lo que nos define propiamente.
Existen los entretantos, los entremedios, esos momentos intersticiales del proceso que tienen mucha más fuerza que el resultado, solo que son efímeros.
Ahí, exactamente, es donde germina la creatividad.
Son los momentos estelares de cada proceso.
CRÓNICA IMPREVISTA DE LOS ÁRBOLES ENCANTADOS:
Por ejemplo, el momento en el que está intacta la potencia del despojo: cuando tenemos el material acumulado, en un montón desordenado, en bruto. Son instantes en los que nos solemos volver un poco locos por la cantidad de ideas que se nos acumulan en la cabeza, que pujan por salir. Todo es posibilidad. Y todos queremos ser Magos.
Otro momento crucial: cuando se empieza una entrever la personalidad de la obra. Este momento del árbol de Kitxu fue inolvidable, la obra en emergencia, ya empezada pero inacabada aún. Es como una flor cuando comienza a salir de su capullo, nunca se volverá mostrar el potencial de forma tan evidente como en ese momento impreciso, entre el ser y el no-ser.
N También ahí nos volvemos un poco locos porque a todos se nos ocurren múltiples finales. Todos queremos acabarla a nuestra manera, nos convertimos en autores.
Debiéramos dejar muchas obras congeladas ahí, esperando a que "otro" las acabe en su imaginación. Es la única manera de no perder el potencial.
Y este es el final. Ya no hay nada que comentar, él lo dice todo. Y nos convertimos en Niños.
CRÓNICA IMPREVISTA DE LA COLUMNA DE BURBUJAS CON SORPRESA RESIDUAL:
También hay momentos en los que se impone la optimización imaginativa: Cuando resulta que tienes que secar 300 botellas en un espacio reducido (botellas que previamente has limpiado, pero no hablo de esto porque no inspira demasiado). Es el momento de inventar un secadero reciclante que economice el secado y el espacio. Nos convertimos en Ingenieros.
La ejecución suele ser pura improvisación, algo expresamente instantáneo. A cada segundo surge una posibilidad distinta de obra. Te quedas sin conocerla. A cada paso acotas, cierras. Y abres la obra final. Si te paras a pensar en ello puedes tener la sensación de ser la Norna del destino.
Y de nuevo el resultado. Ya habla sin tu traducción. Se independiza.
CRÓNICA IMPREVISTA DE ILLUMINATA:
Así comienza Iluminata: algo distinto ha pasado con los actimeles, están fuera de contexto.
Esto es esencial; El contexto.
Un cambio de contexto es un cambio de punto de vista, ya el germen de lo imprevisto.
Aparte de la poética, el cómo empiezan ahí es puramente anodino: cuando limpias tus primeros 3 actimeles, aún te quedan 97 por limpiar, te das cuenta de que tienes un problema de escala. Te industrializas ... o te desesperas.
Resulta que luego tienes que secarlos, pero ya has aprendido lo de la escala, y esta vez te enfrentas al problema directamente para evitar sembrar tu casa de champiñones blancos que se caen estruendosamente con la mínima corriente de aire. Estas imágenes que te vienen a la mente son de lo más efectivas para sacar el ingenio reciclante. Entonces es cuando te viene un chispazo mental y te acuerdas de aquellas bolsas de patatas que guardaste nosabesdónde para nosabíasqué.
Y piensas ... "Ya Sabía yo" (la intuición reciclante).
Finalmente, iluminata esconde todos esos momentos no tan anodinos que la definen.
Es un espectro de lo que realmente ocurrió.
por BASURATA CHAN
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